Ven a Inter-ruedas y recibe un chequeo general de tu automóvil. En nuestra casa matriz contamos con servicios de alineación, balanceo, cambio de aceite y filtros.
Alineación
La alineación de vehículos es un procedimiento que ajusta los ángulos de las ruedas de un automóvil para que estén en una posición óptima de acuerdo con las especificaciones del fabricante. El objetivo principal de la alineación es asegurar que las ruedas estén paralelas entre sí y perpendiculares al suelo, lo que garantiza un contacto adecuado de los neumáticos con la superficie de la carretera.
Vida útil: Una alineación adecuada ayuda a distribuir de manera uniforme el desgaste de los neumáticos, lo que prolonga su vida útil y ahorra dinero a largo plazo.
Seguridad: Una alineación garantiza correcta que las ruedas se encuentran en paralelo y en ángulos óptimos, lo que mejora la estabilidad y el control del vehículo. Esto es especialmente importante al tomar curvas o frenar.
Ahorro: Cuando las ruedas están desalineadas, el vehículo puede experimentar una resistencia adicional al rodar, lo que resulta en un mayor consumo de combustible. La alineación adecuada ayuda a reducir esta resistencia y mejora la eficiencia del combustible.
Mayor seguridad: Un automóvil con alineación incorrecta puede presentar problemas de manejo, como la tendencia a desviarse hacia un lado. Una alineación regular ayuda a mantener la estabilidad y la seguridad en la carretera.
Desgaste irregular de los neumáticos: Si las ruedas no están alineadas correctamente, los neumáticos pueden desgastarse de manera desigual y prematura. Esto puede provocar un reemplazo anticipado de los neumáticos, lo que supone un gasto adicional.
Problemas de dirección y estabilidad: Una mala alineación puede hacer que el vehículo se sienta inestable, tire hacia un lado o tenga dificultades para estabilizar en linea recta. Esto puede afectar negativamente la capacidad de respuesta de dirección y comprometer la seguridad en la conducción.
Menor eficiencia de combustible: Cuando las ruedas no están alineadas adecuadamente, se puede generar una resistencia adicional al rodar. Esto puede resultar en un mayor consumo de combustible, lo que afecta negativamente la eficiencia del vehículo.
El balanceo de neumáticos es un proceso en el que se distribuye uniformemente el peso de las ruedas y se corrigen las irregularidades en su equilibrio. Consiste en colocar contrapesos en la llanta para contrarrestar cualquier desequilibrio y asegurar que las ruedas giren de manera suave y sin vibraciones.
Comodidad de conducción: El balanceo adecuado de los neumáticos reduce las vibraciones y los tirones en el volante, necesita una conducción más suave y confortable. Esto mejora la experiencia del conductor y los pasajeros, especialmente en carreteras en mal estado oa altas velocidades.
Mayor durabilidad de los componentes: Al tener los neumáticos correctamente balanceados, se minimiza la tensión y el desgaste en los componentes de la suspensión, incluidos los amortiguadores y los rodamientos. Esto puede ayudar a prolongar su vida útil y reducir la necesidad de reparaciones costosas.
Menor desgaste de los neumáticos: Un balance adecuado evita el desgaste irregular de los neumáticos. Cuando los neumáticos están desequilibrados, ciertas áreas pueden desgastarse más rápido que otras, lo que resulta en una vida útil más corta. El equilibrio regular ayuda a mantener un desgaste uniforme y prolongar la vida útil de los neumáticos.
Vibraciones y molestias: Si los neumáticos no están balanceados correctamente, pueden generar vibraciones notables en el volante, el piso del automóvil o los asientos. Estas vibraciones pueden ser incómodas para los ocupantes y afectar negativamente la experiencia de conducción.
Desgaste prematuro de los neumáticos y componentes: Un desgaste prolongado puede causar un desgaste desigual y prematuro de los neumáticos. Además, también puede someter a mayor estrés a otros componentes de la suspensión, como los rodamientos y las articulaciones, lo que podría provocar su desgaste prematuro.
Impacto en la estabilidad y el control: Los neumáticos desequilibrados pueden afectar la estabilidad y el control del vehículo, especialmente a altas velocidades. Esto puede hacer que el automóvil sea más difícil de manejar y comprometer la seguridad en la conducción.
El cambio de aceite y filtros es un servicio de mantenimiento básico y fundamental para el buen funcionamiento del motor de un vehículo. Consiste en drenar el aceite viejo del motor y reemplazarlo por aceite nuevo y limpio, al mismo tiempo que se sustituyen los filtros de aceite y aire del vehículo. Este proceso se realiza para garantizar una lubricación adecuada y la eliminación de impurezas que pueden afectar el rendimiento del motor.
Mayor vida útil del motor: El aceite limpio y los filtros nuevos ayudan a mantener el motor correctamente lubricado y protegido contra el desgaste. Un aceite viejo y sucio puede perder sus propiedades lubricantes y causar daños en las piezas internas del motor, mientras que los filtros obstruidos no permiten una filtración adecuada, lo que puede acelerar el desgaste del motor. Un cambio regular de aceite y filtros contribuye a prolongar la vida útil del motor.
Mejor rendimiento del motor: El aceite limpio y los filtros nuevos permiten un mejor rendimiento del motor al mantenerlo libre de impurezas y residuos. Esto se traduce en una mejor eficiencia de combustible, mayor potencia y respuesta más suave del motor.
Protección contra averías costosas: El mantenimiento adecuado del aceite y los filtros puede prevenir averías costosas en el motor. La lubricación insuficiente o la filtración inadecuada pueden llevar a un mayor desgaste de las piezas y, en última instancia, fallas importantes que requieren reparaciones costosas. El cambio regular de aceite y filtros ayuda a evitar estos problemas.
Acumulación de residuos y contaminantes: Si no se realiza el cambio regular de aceite y filtros, el aceite viejo puede acumular residuos, partículas y contaminantes que purifican la calidad del lubricante. Estos contaminantes pueden obstruir los conductos de aceite y dañar las piezas del motor, lo que puede llevar a un rendimiento deficiente y fallas en el motor.
Desgaste acelerado del motor: El aceite degradado y los filtros obstruidos no garantizan una lubricación adecuada, lo que aumenta el desgaste de las piezas internas del motor. El desgaste acelerado puede resultar en una disminución del rendimiento, pérdida de potencia y, en casos extremos, daños graves en el motor.
Reducción en la eficiencia de combustible: El aceite sucio y los filtros obstruidos pueden aumentar la fricción interna del motor, lo que puede afectar negativamente la eficiencia de combustible. Un aceite limpio y filtros nuevos permiten un mejor funcionamiento del motor y una mayor eficiencia de combustible.